Blog donde recopilo lo (subjetivamente) mejor de fragmentos, artículos y reflexiones de textos místicos, religiosos, espirituales o filosóficos que me voy encontrando por mis peripecias literarias.

Suicidio Inconsciente

Estaba buscando cierto fragmento de las Cartas a Theo de Vincent Van Gogh, pero parece que no existe en enlace dónde las encontré.

Una lástima porque se trataba de una auténtica joya literaria, en ella Van Gogh exhibía de una forma (al menos aparentemente) desapasionada, neutral, casi matemática, su deseo de cesar con su propia vida:

«No me sui­cido por desesperación. Me suicido porque ahora no tiene sentido vivir; mi trabajo está acabado. Además, me ha resultado difícil ganarme la vida, pero seguía adelante porque tenía trabajo que hacer, un potencial en mí tenía que realizarse. Ha florecido, ahora ya no tiene sentido vivir como un mendigo. «Hasta ahora no lo había pensado, ni siquiera lo había visto. Pero ahora es lo único que veo. He florecido hasta el máximo, estoy pleno. Ahora seguir adelante, buscando formas de ganarme la vida, me parece estúpido. ¿Para qué? Por tanto, en mi opinión, no es un suicidio, sino que he llegado a la plenitud, a un punto y aparte, y dejo el mundo alegremente. He vivido alegremente y alegremente dejo el mundo» Rezaba el fragmento que más hondo caló en mí de toda la serie de epístolas.

Esto me lleva a recordar una de las conferencias donde Sergi Torres hablaba del suicidio inconsciente.
Según él, y al parecer respaldado por ciertos estamentos científicos, es el sistema cuerpo-mente el que de forma volitiva - con mayor o menor intervención de nuestra mente consciente - decide hasta cuándo seguir y cuándo se terminó el juego.
Resumiendo, parece ser que siempre hemos elegido "nosotros" (entendiendo este nosotros como nuestro conjunto, nuestra totalidad del Ser, que incluye el inconsciente y a saber cuantas dimensiones más, a pesar de que a la práctica vivamos desconociéndolas).

Recordé también el Mephistopheles de Fausto 5.0, cuándo fué interrogado por el perplejo doctor acerca de su supervivencia, respondiéndole este que simplemente sobrevivió porque deseaba vivir.

Con todo, la insistencia y centralidad del budismo acerca de la consciencia, del origen mental de todos los fenómenos, y de la necesidad de gobierno de los propios procesos mentales, ya no para alcanzar la iluminación, sino para llevar una vida sana, se me hacen más obvios que nunca.

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