Blog donde recopilo lo (subjetivamente) mejor de fragmentos, artículos y reflexiones de textos místicos, religiosos, espirituales o filosóficos que me voy encontrando por mis peripecias literarias.

Coney Island vista por Singer


"América es un país de niños. Los neoyorquinos son un poco más adultos, pero no mucho. Una vez, un amigo mío me hizo subir al transbordador que va a Coney Island. Quisiera que la vieses Tsutsik. Es una ciudad en la que todo está concebido para divertirse..., tirar al blanco contra los potes de hojalata, visitar un museo donde exhiben a una muchacha con dos cabezas, dejar que un astrólogo trace tu horóscopo y una médium evoque el espíritu de tu abuelo.
Ningún lugar carece de vulgaridad, pero la vulgaridad de Coney Island es de una clase especial, amistosa, con una tolerancia que dice: "Yo juego a lo mío, y tú juegas a lo tuyo".

Mientras paseaba por allí y comía un perro caliente, así es como llaman a las salchichas, se me ocurrió pensar que estaba contemplando el futuro de la Humanidad. Puede incluso llamarse el tiempo del Mesías.
Algún día, todo el mundo comprenderá que no existe una sola idea que realmente pueda considerarse verdadera, que todo es un Juego, nacionalismo, internacionalismo, religión, ateísmo, espiritualismo, materialismo..incluso el suicidio. Tú sabes Tsutsik, que soy un gran admirador de David Hume. A mi modo de ver, es el único filósofo que no se ha quedado anticuado...es tan moderno y claro hoy como lo fue en su tiempo. Coney Island encaja en la filosofía de David Hume.
Puesto que no estamos seguros de nada y ni siquiera hay certeza de que el sol vuelva a salir mañana, el juego es la esencia misma del esfuerzo humano, quizás incluso la cosa en sí misma. Dios es un jugador, el Cosmos un campo de juego. He buscado durante años una base para la ética, y renunciando a la esperanza, de pronto, todo quedó claro para mí.
El fundamento de la ética es el derecho del hombre a jugar a los juegos que quiera.
Yo no enredaré con tus juguetes, y tú no enredarás con los míos.
Yo no escupiré sobre tu ídolo, y tú no escupirás sobre el mío.
No hay Ninguna razón por la que el hedonismo, la cábala, la poligamia , el ascetismo incluso la mezcla de erotismo y hasidismo de nuestro amigo Haiml, no puedan existir en una ciudad de juegos, o un mundo de juegos, una especie de universal Coney Island en la que cada uno jugaría conforme a sus deseos. Estoy seguro, señorita Slonim, de que usted ha visitado Coney Island más de una vez.

-Sí, pero nunca he llegado a sus conclusiones filosóficas. A propósito, ¿Quién es David Hume? Nunca he oído hablar de él."
 

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